Wednesday, April 18, 2007

El Messi que más aplaudo

Con mala calidad de imagen, una vez que el partido insignificante ya se jugó, emociona verlo acelerando allí, perseguido por sus traumas de infancia, corriendo contra el Maradona que le decía no a las drogas, moviéndose entre sucedáneos de palitroques, monitores de resort que buscan hacer las delicias del regalón, a la velocidad del rayo zurdo, avanzando hacia la posteridad al ritmo del mañana,con los ojos hacia delante y la vista puesta hacia atrás, hacia el 86, el año en que moría Borges a quien la noción del arquetipo, la imagen del espejo y Paul Groussac, su ciego antecesor, nunca lo dejaron dormir tranquilo. Tampoco podrá hacerlo el desorden, al menos por esta noche.